y al ser hijo único, lo consintieron y mimaron de sobremanera, no le permitían ayudar en las labores del hogar, ni menos, en el trabajo del campo.
Y bueno, Al pasar los años, ese niño consentido se convirtió en un joven, obviamente también consentido… y cuando el padre, ya cansado de tanto trabajar, necesitó de ayuda con sus quehaceres, intento enseñarle su oficio al muchacho, y fue en ese momento, que se dio cuenta de terrible su error, pues, este joven este resultó ser un holgazán; odiaba el trabajo, detestaba las responsabilidades, tanto, que ni siquiera e preocupaba por buscar algo para comer, solo se contentaba con beber algo de agua y esperar a que su madre le sirviera, como siempre, un delicioso y caliente plato de comida.
Los padres le llamaban continuamente la atención, aconsejándole y haciéndole presente mil ejemplos para inspirarle amor al trabajo, más, él no estaba interesado, y se quedada todo el día descansando placenteramente bajo la sombra de un enorme árbol.
Pero, como dice el dicho, tanto va el cántaro al agua, que termina por romperse.
Resulta que, Pasó un día por ese lugar una comadre de dicha familia, la que tenía una enorme nariz como espada y que, además, lo más importante, entendía de brujerías.
Y El joven, como siempre, no pudo contener la tentación de burlarse de la prominente nariz de la mujer, ella solo lo miro, como con lastima, quizás, presintiendo, o sabiendo lo que le deparaba el futuro al joven holgazán.
Fue así entonces que, Enterada de los sufrimientos de sus compadres, compadecida de estos, y queriendo vengarse de las risas burlonas recibidas por su formidable y extraña nariz, se propuso castigar al mal hijo.
Para esto, esperó unos días, y en una noche de Luna nueva, después de efectuar algunas prácticas de brujería, transformó al muchacho en un pájaro con un pico larguísimo –esto, por haberse burlado de su nariz-, condenándolo de esta manera a no poder beber agua, ni de una fuente, ni de un río, sino solo de la lluvia, cuando esta cae del cielo.Desde entonces, cuentan, que existe la pinsha y dicen, que cuando se oye su canto, es que arrepentido pide al cielo, agua, agüita, para calmar su enorme, enorme sed.
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Puedes ver y escuchar esta historia en formato de audio y video en el siguiente enlace. (serás redirigido a Youtube): La pinsha, (loreto), relatos del Perú
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