Tokjuaj y el origen de la lluvia, relato Wichi

Cuenta una vieja, una vieja y arrugada historia, que hace muchos años atrás, la tierra estaba completamente inundada, el agua era demasiada, estaba por todos lados y no dejaba a los seres vivos crecer con tranquilidad.

Esto pasaba, digo, la gran cantidad de agua que había por todos lados, porque en el centro de un enorme lago vivía un extraño y gigantesco ser, y esto no me lo vas a creer, porque lo extraño en él, era que su cuerpo completamente hecho de agua, no tenía músculos, ni huesos, ni pelo, él era solo agua.

Y su nombre curiosa y extrañamente era lluvia.

Contaban que lluvia era un ser un tanto egoísta, que gustaba de dar largos paseos por todo el lugar, pero... ¿Dónde está el problema en dar paseos? Seguro te lo estás preguntando.

Bueno, el problema es que por donde caminaba, sus pasos dejaban solo rastros de destrucción e inundación.

Ese, ese era el gran, enorme y mojado problema.

Contaban los ancianos, que a lluvia además de sus destructivas caminatas, gustaba de otra cosa… irse de fiesta en fiesta, aunque siempre andaba presumiendo que él, solo él daba las mejores de todo el mundo, y que allí tenía la mejor música y que siempre estaban llenas de invitados.

Lo que no sabía, o quizás simplemente quería ocultar, es que sus invitados asistían únicamente por el miedo que tenían de enfadar más a lluvia y que este inundara aún más sus hogares.


Resulta que cierto día, Lluvia conoció a un querido guerrero del pueblo wichi, Tokjuaj, y se sintió tan maravillado con la valentía y coraje de este joven, que no dudo en invitarlo a una fiesta que daría precisamente esa misma noche.

Tokjuaj sabia de la mala fama que tenía lluvia, mas, luego de conversar con él, pensó que tal vez era todo un malentendido, y estaba dispuesto a pedirle que tuviese más cuidado con sus liquido cuerpo.

Cuando llegó la noche y apareció en la fiesta, vio con asombro la gran cantidad de invitados, pero algo le pareció muy extraño: a pesar de que todos estaban vestidos con sus mejores trajes, sus caras no parecían felices, más bien todo lo contrario, eran caras de miedo y pánico, y se dio cuenta de que los rumores eran reales: Lluvia era un ser egoísta

Molesto le dijo muchas cosas a lluvia, que solo pensaba en él, que los buenos seres no inundaban los hogares de sus amigos, y que en realidad prefería volver a su hogar y no verlo nuevamente jamás.

Lluvia se sintió terriblemente ofendido, y se lanzó con furia intentando atacar y herir a Tokjuaj, pero como el joven era un experimentado guerrero, la batalla, por así decirlo, solo duró un par de segundos, y lluvia tuvo que escapar hacia la montaña más alta que existía en aquellos tiempos.

Una vez allí preso de la vergüenza y la rabia, juró venganza, mas, cuando vio abajo, notó la destrucción que sus pasos habían dejado y se sintió culpable, tan culpable que saltó a las estrellas, y se quedó a vivir ahí, prometiendo no volver a dañar a nadie ni nada.

Dicen que de vez en cuando extraña a su antiguo hogar, entonces llora, y cuando lo hace, sus lágrimas caen en forma de abundantes gotas, de lluvia precisamente, y que, en algunas ocasiones, se pone a saltar de una estrella a otra, y es ahí cuando el cielo se ilumina, y las nubes suenan formando los fantásticos y majestuosos truenos y relámpagos.


Truenos y relámpagos que están siempre acompañados con las lágrimas de nuestro querido amigo, lluvia. 




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Puedes encontrar esta historia en formato de audiocuento en el siguiente link de Youtube: Tokjuaj y el origen de la lluvia, relato Wichi

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